Alegría es sentimiento. Euforia es emoción. La alegría es espontánea, y la mayoría de las veces no depende de un motivo o causa, simplemente sucede y se desborda. Es calma y contagiante. La euforia atropella, es inadecuada, incomoda y es poco diplomática. Normalmente, tras la euforia surgen cuadros de frustración, depresión y apatía.
Tristeza es sentimiento. Depresión es emoción.
La tristeza es inevitable en algunas situaciones de la vida, pero puede ser vivenciada juntamente con la paz
porque se llega a entender que todo es pasajero y transitorio, y asimismo aprendizaje.
Miedo es sentimiento. Pánico es emoción.
Los miedos son muchos e incluso sirven como auto-protección, auto-preservación o alerta. Pero el miedo constante, sin motivo aparente o real, el que paraliza, revela falta de lucidez y confianza.
Coraje (corazón + acción) es hacer con miedo.
Rabia es sentimiento. Odio es emoción.
Es humano expresar el sentimiento de rabia, incluso como una toma de posición, un discernimiento. Pero este sentimiento ha de ser rápido, pasajero, el tiempo de aprender cómo transformarlo en actitudes realizadoras, en oportunidades para el ejercicio de la paciencia, la tolerancia y la comprensión. Jamás permitas que la rabia se transforme en resentimiento, rencor u odio, pues este es el camino de la auto-destrucción.